Horario de atención:
9:00am – 5:00pm Lun-Vier
Número:
+34 610 435 290
E-mail:
info@drlafuente.com
Las facetas o articulaciones vertebrales son estructuras que contribuyen a estabilizar los movimientos en la columna. Su alteración degenerativa (artrosis facetaria) o sobrecarga inflamatoria (esguince, artritis o inflamación) son causas muy frecuentes del dolor de espalda. Si el dolor lumbar, cervical o dorsal tiene origen facetario se nota al iniciar cualquier actividad tras de un periodo en reposo, que calma a medida que continúa la actividad.
La rizólisis o radiofrecuencia consiste en una denervación por radiofrecuencia de las terminaciones nerviosas que enervan las articulaciones facetarias de las vértebras.
El procedimiento es sencillo. Se realiza en quirófano con anestesia local y guiado por Rayos X. En ocasiones se administra un poco de sedación ya que la rizólisis / RF, pueden ser molestos. Para confirmar el diagnóstico y determinar que el dolor viene de las articulaciones, podemos realizar una infiltración o bloqueo en las mismas terminaciones nerviosas, utilizando anestésicos y antiinflamatorios (esteroides). El procedimiento de la infiltración es igual que el de la Rizolisis pero el efecto es mucho menos duradero.
Mediante los Rayos X, identificamos los puntos anatómicos y colocamos las agujas sobre las que realizaremos la radiofrecuencia. Una vez realizado el procedimiento, retiraremos las agujas y el paciente podrá irse a casa en 30 min.
Se recomienda 24 h de reposo y retomar la vida cotidiana, siguiendo la tabla de rehabilitación con el fin de potenciar los efectos de la radiofrecuencia o rizólisis.
El dolor puede desaparecer o mejorar desde el momento de la intervención hasta al cabo de tres semanas.
AL MES DEBE USTED ACUDIR A SU MÉDICO
Este es un procedimiento con muy pocas complicaciones y tienen que ver, con una aplicación excesiva de anestésico local, una lesión accidental de un nervio, o más raro aún una infección o un sangrado en la zona.
Tras la realización de esta intervención, el paciente puede esperar una mejoría o desaparición del dolor lumbar, bien a nivel lumbar, dorsal o cervical.
Si el dolor no ha desaparecido en dos meses el procedimiento se puede considerar fallido (15-20% de los procedimientos no funcionan).
Recordad que el efecto de este procedimiento no es permanente y que las molestias pueden reaparecer (la literatura habla de que sus efectos pueden durar unos dos años de media).