Horario de atención:
9:00am – 5:00pm Lun-Vier
Número:
+34 610 435 290
E-mail:
info@drlafuente.com
El equipo de Neurocirugía asume la siguiente patología neuroquirúrgica cerebral que incluye:
Traumatismos craneoencefálicos: Hematomas subdurales, fracturas craneales, contusiones y hematomas intraparenquimatosos.
Tumores Cerebrales hemisféricos: como gliomas, metástasis, meningiomas, cavernomas, etc…
Lesiones de la base de cráneo: Schwannomas, Meningiomas, tumores de la fosa posterior, neuralgias compresivas ( nervios trigémino, facial y glosofaríngeo).
Malformaciones de la unión cráneo-cervical: malformación de Chiari, inestabilidad cráneo cervical etc…
Patología cerebrovascular: Hemorragia subaracnoidea, hematomas cerebrales, hemorragias intraventriculares y malformaciones arteriovenosas.
Hidrocefalia normotensiva del adulto y patologías asociadas con del sistema ventricular.
En la patología de hipófisis, nuestro equipo ha reunido a un comité de expertos relacionados estrechamente con esta patología, los especialistas de oftalmología, endocrino y otorrinolaringología. Los pacientes que sufren una lesión en la silla turca visitan conjuntamente a los miembros del comité consensuándose una ruta de tratamiento, ahorrando al paciente angustia y tiempo. Creemos que esta iniciativa es única en este país y facilita un tratamiento mas rápido y eficaz para el paciente.
En la patología oncológica consensuamos del mismo modo la ruta del tratamiento para el paciente dependiendo de los resultados radiológicos o de la anatomía Patológica. Las lesiones cerebrales suponen una angustia y un gran stress para los pacientes que lo padecen. El comité esta formado por especialistas en Oncología, radioterapia, Radiología y Neurocirugía. Las rutas de tratamiento multidisciplinar acortan significativamente los tiempos de espera y aceleran el tratamiento de los pacientes.
En normas generales cualquier patología, sea tumoral, vascular o traumática, la intervención debe realizarse cuando dichas lesiones o bien causan un déficit neurológico o bien pueden suponer un riesgo para la vida del paciente.
Los síntomas clínicos incluyen cefalea, alteración de la visión, olfato, músculos de la cara, audición, parálisis de medio cuerpo con diferentes grados, etc.
El diagnóstico es generalmente clínico y apoyado por la gran variedad de pruebas complementarias que disponemos, que incluyen TAC, RNM (AngioRNM, DTI, Funcional, Difusión, etc), arteriografía vascular, arteriografía cerebral, electrofisiología, etc, podemos conocer las características de la lesión de manera precisa facilitándonos una estrategia para su tratamiento, minimizando las complicaciones y respetando el paradigma de la preservación de la función neurológica nuestro principal objetivo.
El abordaje a las diferentes lesiones craneales requiere de abordajes diversos y específicos, en base al tipo de la lesión y de su localización. Las quirófanos neuroquirúrgicos disponen de las tecnologías mas avanzadas como son: el microscopio de alta definición, la navegación, y las pruebas neurofisiológicas que garantizan una cirugía mas segura minimizando los riesgos intraoperatorios. Las intervenciones cerebrales tienen una exigencia técnica muy importante. Es fundamental dominar la técnica microquirúrgica así como la tecnología utilizada como refuerzo. La realidad virtual y las estaciones de simulación aportan una formación y un entrenamiento que mejoran el resultado de estas intervenciones complejas.
Ha sido usted intervenido de una lesión cerebral, NO LO OLVIDE. Por lo tanto, es posible que agasajo anomalías dolorosas y sensitivas en la cabeza o en cualquier parte del cuerpo que puede estar relacionada con la lesión cerebral, que desaparecerán progresivamente. Si todo va bien el paciente se ira a casa entre 4 y 10 días después de la intervención.
Todo lo que se reseña a continuación se entiende aconsejable, en general, pero no obstante, cada caso puede requerir soluciones personalizadas.
En primer lugar recuerde lo que se le ha enseñado de tratamiento postural (levantarse de la cama, mover la espalda y piernas en bloque, ducharse .. etc), por el servicio de enfermería en la Clínica.
En una primera fase, si aparece dolor, permanezca sentado o tumbado en cama.
Debe evitar la posición de pie sin movimiento de forma prolongada. La mejor forma de sentarse es colocando los pies sobre un pequeña almohada.
Debe utilizar un colchón duro o tabla debajo del colchón si este es blando,
procure, en la medida en la que le sea posible, dormir en posición con cadera y rodillas flexionadas.
Durante los primeros 15 días tras la intervención quirúrgica, debe evitar viajar en automóvil todo lo posible. Tras este tiempo y si su situación clínica lo permite, puede viajar en coche, incluso conducir a partir de la 3ra semana, pero evite los trayectos largos o si debe realizarlos, cambie de postura con frecuencia. Cuando lo haga, procure acercar el asiento al volante de forma que sus rodillas y caderas queden flexionadas al máximo. Si viaja como pasajero, procure colocar una almohada detrás de la espalda.
Siga las instrucciones recibidas durante su estancia en la clínica. Intente mantener la columna en ángulo recto cuando se levante y durante su estancia en la silla. Al levantarse de una silla o al sentarse, utilice sus manos para incorporarse.
Evite estar mucho tiempo de pie y sin moverse. Evite mantener una postura flexionada hacia delante cuando este de pie. Aproveche y cambie su posición a menudo.
Debe evitar levantar peso en el postoperatorio inmediato (primeros quince días). En los siguientes 15 días y en adelante, debe intentar evitar pesos superiores a los 5‐8 kgs por brazo. Al elevar el peso desde el suelo, debe hacerlo flexionando sus rodillas. Debe siempre evitar realizar este movimiento con las piernas rectas y apoyando sobre su espalda. También debería de evitar levantar pesos sobre el nivel de sus hombros.
Evite al máximo subir y, sobre todo, bajar escaleras. Evite subir o bajar escaleras cargando peso. Cualquier movimiento que haga subiendo y bajando escaleras hagalo con lentitud.
Es aconsejable plantearse la primera semana tras la intervención, como una prolongación de su estancia en la clínica , sentándose durante desayuno comida y cena y realizando un ligero paseo para volver a la cama y permanecer en ella el 70% del tiempo. Durante la 2a semana tras la IQ, puede invertir esta situación manteniendo como norma un mínimo de horas en cama de 8 nocturnas y 2 al mediodía. Puede salir a pasear, pero sin ir en coche, andar por superficies irregulares o subir y bajar escaleras de forma contínua. Puede ducharse. No hay restricciones dietéticas.
Durante este periodo, puede usted considerar su actividad como la que realiza diariamente sin incluir actividad laboral. Puede realizar cualquier actividad con precaución según las instrucciones de movilizaciones que constan al inicio de este folleto. Procure siembre evitar movimientos bruscos, y sobre todo, realizar esfuerzos con la espalda flexionada. Ya puede usted conducir trayectos cortos. Procure descansar al menos 8 horas diarias en cama y es aconsejable descansar estirado al menos, 1 hora al mediodía. Vigile no levantar más de 5 Kg de peso por brazo. No arrastre ni empuje objetos de peso superior a los 20 Kg. Procure caminar siempre por superficies regulares (planas).
La herida quirurgica, tiene un proceso de reparación algo distinto a las heridas habituales. Deberá seguir las instrucciones recibidas durante su hospitalizacion y lavarse la cabeza con un jabon con Ph neutro preferiblemente que contenga clorhexidina o betadine. Si advierte un aspecto anómalo de la misma debe contactar con el cirujano lo antes posible.
AL MES, DEBE USTED ACUDIR A SU MÉDICO
Las complicaciones en este tipo de cirugías son muy ocasionales (3-7%). Las complicaciones en este tipo de intervenciones son:
Infección Menos del 1%. Aparece entre semana 3 a semana 6. Más frecuente en pacientes inmunocomprimidos. Se trata con antibióticos.
Hematoma. < 1%. Ocurre durante primeras 12 h. Esta es una complicación importante ya que dependiendo del tamaño requerirá una intervención urgente para evacuarlo..
Fuga dural de líquido cefalorraquídeo (LCR) < 1%. Ocurre desde la intervención hasta 3 semanas después. Si se observa durante la intervención se repara in situ y no tiene porque dar ningún problema más. En muy contadas ocasiones puede requerir la colocación de un drenaje para facilitar el sellado. Si no sellara la fistula, necesitara de una nueva intervención quirúrgica.
Daño sobre estructuras elocuentes cerebrales (habla, movilidad) 1%.
Existen lesiones próximas a estas importantes estructuras, que al extirparlas pueden dañar: las areas del habla o motora, produciendo o una pérdida del habla o una parálisis de medio cuerpo.
Daño vascular 1-3%
Estas lesiones ocurren durante la intervención, sobretodo en las intervenciones de la base de cráneo. El tratamiento de estas lesiones consisten en la reparación de las mismas y se hacen “in situ”, a pesar de lo cual pueden producir resultados graves, como un ictus isquemico o hemorragico y incluso en casos extremos el paciente puede fallecer.
En la mayor parte de los casos, puede esperar la curacion, aunque en ocasiones pueda necesitar intervenciones multiples, bien para solucionar complicaciones propias de la enfermedad o para volver a quitar tumores que han vuelto a crecer.
Importante reseñar que a veces ese dolor o la clínica neurológica no desaparece inmediatamente.
Si el dolor o la clínica neurológica persiste de igual modo que antes de la intervención pasadas 4-6 semanas, recomiendo volver a ponerse en contacto con el Cirujano para descartar alguna complicación asociada mediante pruebas complementarias (TAC y RNM).