Horario de atención:
9:00am – 5:00pm Lun-Vier
Número:
+34 610 435 290
E-mail:
info@drlafuente.com
La estenosis de canal lumbar produce una claudicación neurógena por atrapamiento de los nervios espinales de los niveles inferiores a la estenosis. La claudicación neurógena produce hormigueos , calambres, y parálisis en los músculos dependientes de esos nervios afectados. Todo ello condiciona a una limitación en el movimiento y a que el paciente solo pueda caminar una distancia, llegada la cual tenga que sentarse a reposar. Esta estenosis también condiciona al paciente a adoptar una posición en flexión que sobrecarga la musculatura lumbar y produce dolor. En las fases iniciales de la enfermedad se puede probar la rehabilitación así como infiltraciones epidurales caudales. El fallo de estas terapias conservadoras, así como la gravedad de los síntomas iniciales con los que presenta el paciente, son las condiciones al realizar una intervención quirúrgica.
Síndrome de la cola de caballo
Cuando la estenosis es severa, (generalmente reforzada por la presencia de una hernia discal) y ocupa la mayor parte del canal, la compresión sobre las raíces nerviosas puede causar un síndrome que presenta los síntomas de incontinencia urinaria, parálisis motora del pie y una parestesia (hormigueos) en la región perineal en una distribución en silla de montar.
La intervención se realiza mediante una incisión de unos 4 cm en la línea media y sobre el nivel de la estenosis. Se realiza una separación del musculo buscando un espacio en la parte posterior de la vértebra. Introducimos el microscopio. Se procede a fresar la lámina de la vertebra superior e inferior junto a la extracción del ligamento amarillo que está hipertrofiado. Una vez identificado el saco dural y habiendo confirmado la liberación de las raíces superior e inferior (4 raíces), procederemos a una hemostasia minuciosa, cerrando la herida por capas.
Esta intervención también se puede hacer utilizando la técnica MISS (cirugía mínimamente invasiva de columna). En este caso, la incisión es mucho menor y se coloca un tubo de 20mm tras utilizar unos dilatadores, introducimos el microscopio, se fresa la lamina ósea y extirpamos el ligamento hipertrofiado con el instrumental MISS adecuado.
Todo lo que se reseña a continuación se entiende aconsejable, en general, pero no obstante, cada caso puede requerir soluciones personalizadas.
En primer lugar recuerde lo que se le ha enseñado de tratamiento postural (levantarse de la cama, mover la espalda y piernas en bloque, ducharse .. etc), por el servicio de enfermería en la Clínica.
En una primera fase, si aparece dolor, permanezca sentado o tumbado en cama.
Debe evitar la posición de pie sin movimiento de forma prolongada. La mejor forma de sentarse es colocando los pies sobre un pequeña almohada. Es aconsejable que las rodillas queden como mínimo a la altura de sus caderas o por encima, nunca por debajo. Si no dispone de una almohada, procure cruzar las piernas. Procure no sentarse durante mucho tiempo con las piernas demasiado rectas.
Debe utilizar un colchón duro o tabla debajo del colchón si este es blando.
Procure, en la medida en la que le sea posible, dormir en posición con cadera y rodillas flexionadas. Realice los movimientos de forma que el giro del segmento lumbar‐pelvis‐piernas, se realice en bloque.
Durante los primeros 15 días tras la intervención quirúrgica, debe evitar viajar en automóvil todo lo posible. Tras este tiempo y si su situación clínica lo permite, puede viajar en coche, incluso conducir a partir de la 3ra semana, pero evite los trayectos largos o si debe realizarlos, cambie de postura con frecuencia. Cuando lo haga, procure acercar el asiento al volante de forma que sus rodillas y caderas queden flexionadas al máximo. Si viaja como pasajero, procure colocar una almohada detrás de la espalda, de forma que al desplazarse hacia delante, consiga una mejor flexión de las rodillas y caderas.
En casa, procure evitar estar sentado sobre superficies blandas donde la sobrecarga de su espalda es mayor (sofá). Procure hacerlo sobre sillas de madera o sin acolchado excesivo manteniendo la espalda con respecto a la pelvis en 90 grados.
Utilice siempre sus manos al sentarse de forma que estas se apoyen antes que sus nalgas. De esta forma evitará la sobrecarga de este gesto sobre su espalda. Busque siempre la posición en ángulo recto.
Siga las instrucciones recibidas durante su estancia en la clínica. Intente mantener la columna en ángulo recto cuando se levante y durante su estancia en la silla. Al levantarse de una silla o al sentarse, utilice sus manos para incorporarse.
Evite estar mucho tiempo de pie y sin moverse. Evite mantener una postura flexionada hacia delante cuando este de pie. Aproveche y cambie su posición a menudo.
Debe evitar levantar peso en el postoperatorio inmediato (primeros quince días). En los siguientes 15 días y en adelante, debe intentar evitar pesos superiores a los 5‐8 kgs por brazo. Al elevar el peso desde el suelo, debe hacerlo flexionando sus rodillas. Debe siempre evitar realizar este movimiento con las piernas rectas y apoyando sobre su espalda. También debería de evitar levantar pesos sobre el nivel de sus hombros.
Evite al máximo subir y, sobre todo, bajar escaleras. Si lo hace evite cargar peso. Cualquier movimiento que haga subiendo y bajando escaleras hagalo con lentitud.
Es aconsejable plantearse la primera semana tras la intervención, como una prolongación de su estancia en la clínica , sentándose durante desayuno comida y cena y realizar un ligero paseo para volver a la cama y permanecer en ella el 70% del tiempo. Durante la 2a semana tras la intervención, puede invertir esta situación manteniendo como norma un mínimo de horas en cama de 8 nocturnas y 2 al mediodía. Puede salir a pasear, pero sin ir en coche, andar por superficies irregulares o subir y bajar escaleras de forma contínua. Puede ducharse. No hay restricciones dietéticas.
Es frecuente al final de la primera semana la aparición de dolor lumbar o en nalga lateralizado al lado intervenido. Estas molestias son normales y ceden con cierto reposo y el tratamiento médico aconsejado. Se producen por la realineación de su espalda tras la desaparición de la ciática y la lenta desaparición de la inflamación nerviosa.
Durante este periodo, puede usted considerar su actividad como la que realiza diariamente sin incluir actividad laboral. Puede realizar cualquier actividad con precaución según las instrucciones de movilizaciones que constan al inicio de este folleto. Procure siembre evitar movimientos bruscos, y sobre todo, realizar esfuerzos con la espalda flexionada. Ya puede usted conducir trayectos cortos. Procure descansar al menos 8 horas diarias en cama y es aconsejable descansar estirado al menos, 1 hora al mediodía. Vigile no levantar más de 5 Kg de peso por brazo. No arrastre ni empuje objetos de peso superior a los 20 Kg. Procure caminar siempre por superficies regulares (planas).
La herida quirúrgica, tiene un proceso de reparación algo distinto a las heridas habituales. La posición de los separadores en la cirugía somete a los bordes cutáneos a una gran tensión durante el acto quirúrgico. Suele aparecer a la semana de la intervención, una costra de color negro en la cicatriz. No la retire. Caerá espontáneamente sobre los 15 días tras la cirugía. Si advierte un aspecto anómalo de la misma debe contactar con el cirujano lo antes posible.
Si el procedimiento se realiza mediante tecnica MISS , esta demostrado que la recuperación es mas rápida, así como la reincorporación al trabajo. Por lo tanto las instrucciones descritas anteriormente, posiblemente tengan los tiempos más cortos, y la herida es de 2 cm.
AL MES, DEBE USTED ACUDIR A SU MÉDICO
Las complicaciones en este tipo de cirugías son muy ocasionales (1-5%).
Las complicaciones en este tipo de intervenciones son:
Tras una laminectomía lumbar por estenosis de canal lo que el paciente puede esperar es la mejoría significativa del dolor lumbar así como ha recuperar la posición erguida (no flexionada) y a poder caminar distancias mas largas (importante reseñar que el dolor a veces no desaparece inmediatamente).
Si la clínica claudicante persiste de igual modo que antes de la intervención pasadas 4-6 semanas, recomiendo volver a ponerse en contacto con el Cirujano para descartar una laminectomía incompleta o cualquier otra complicación asociada mediante la realización de una nueva RNM.